miércoles, 7 de noviembre de 2012

La trampa del plagio

Aquí les envío, parafraseado, el contenido de una entrada que hice en verano para ayudar a sus compañeros a no caer (consciente o inconscientemente) en la trampa del plagio.

Uno de los primeros mitos que quiero combatir es que se entiende que si no hubo mala intención uno no puede recibir una sanción negativa por su plagio. Osea, hay alumnos que plagian sin darse cuenta, como una maña que llevan haciendo sistemáticamente a lo largo de su escolaridad, muchas veces incluso premiada por sus profesores o, al menos, permitida. Y cuando llega un profesor universitario  y les pone una sanción por ello (reprobado) se sienten aturdidos. En realidad la sanción no tiene como finalidad aterrorizar sino crear una conducta cívica. Es como una multa de tráfico.

La infracción más frecuente consiste en copiar un fragmento entero de internet (suelen ser listas, definiciones, descripciones de un concepto) y no ponerlo entre comillas. Con ello el lector no tiene forma de saber cuándo habla el que escribe (el alumno) y cuándo lo hace la otra página web que se copió. No importa si al final del texto ponen la fuente. Eso es PLAGIO. Pues aunque avisas al lector de que tomaste parte de la información de otra fuente no le dices qué parte de lo que escribes tomaste literalmente.

Repito..... "Poner textos de otros -por ejemplo, una definición de wikipedia- sin advertir con las comillas que el texto no es nuestro es una infracción académica" (Sergio dixit).

El chiste es no copiar y pegar información ajena, sino interpretarla, decirla con nuestras palabras, discutirla, reelaborarla... no sé... el blog debe saber a nosotros, debe llevar nuestras ideas, nuestras palabras, nuestro estilo. No se vale ponerse la identidad de otro. No somos marionetas.

Bueno.. todo el tiempo, en el mundo académico, tomamos ideas de otros, datos de estudios, información general. Toda esa información e ideas uno las puede usar siempre y cuando al final de cada afirmación que está tomada de una fuente avises al lector del origen de esa información o idea. En el blog puede hacerse poniendo el enlace (seleccionando, por ejemplo, el autor o la fuente en paréntesis o en la redacción e insertando la fuente allí). Si la fuente es un libro, puede citarse. Lo importante es que se ofrezca al lector una paisaje de con quién se está dialogando.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Blog y exposición: el reto de participar en un conocimiento

Según Lave y Wenger (1991), estamos equivocados con esto del aprendizaje. No se trata, para ellos, de adquirir una serie de conocimientos o habilidades sino más bien de participar en las comunidades que detentan esos conocimientos. Osea, aprender a jugar al fútbol, por ejemplo, no es saberse de memoria la historia de los campeonatos ni dominar a lo Maradona la bolita, sino poder ser parte de un equipo, ser reconocido por otros jugadores, saber las cosas que ellos saben, conversar con ellos del juego.

Pues eso es lo que pretendo con este curso. Que los alumnos puedan participar, aunque sólo sea de refilón, en las comunidades profesionales de sus propias disciplinas, sea el Arte, la Arquitectura o la Ingeniería. Osea, que piensen y hablen como la gente de su gremio. Sin embargo, ese ejercicio no supone repetir lo que otros dicen e imitar su forma de redacción. Supone, sobre todo, tener una voz propia, un punto de vista personal sobre esos asuntos. Y para eso, justo, está el blog. Para que cada quien pueda desarrollar su propia visión, su tono, su escritura, su propia información.

El reto para el próximo domingo 11 de noviembre es que el blog de cada alumno tenga, como mínimo, 6 entradas desde finales del primer parcial. Para ello yo les dí algunas ideas:
  1. Escribir una entrada en que discutieran contra algún prejuicio sobre el tema de su investigación, o en la que le llevaran la contra a algún autor o texto que hubieran leído sobre el tema (y para eso les di un arsenal de falacias)
  2. Escribir, en síntesis, las conclusiones a las que estaban llegando en su investigación, y sus argumentos principales. Osea, una versión "bloguera" del ensayito bebé.
  3. Inspirarse en el blog de un compañero para elaborar una entrada
  4. Acudir a Twitter o a Diaramente.com.mx para empaparse de información fresca sobre el asunto y poder escribir un buen post
Pero en realidad, me incomoda pensar que los alumnos, acostumbrados a "hacer tareas" (osea, a cumplir las intrucciones del profesor), no entiendan que pueden hacer las entradas según lo que ellos quieran, sin tener que "obedecer" esas instrucciones. La única condición es que, como mínimo, sean 6 (lo ideal sería que hicieran más) y que el contenido de esas entradas tenga relación con su tema de investigación.

Porque el objetivo es que aprendan mucho de lo que a ellos más les interese de su carrera. Que adquieran un nivel de información más riguroso, confiable, actual, interesante de esos temas. Que se forjen un punto de vista propio sobre ese asunto. Y que lo comuniquen de manera "bloguera", osea, de manera personal, haciendo el lenguaje más expresivo, apostándole a la creatividad, a la diferencia, a sentirse ellos mismos mientras escriben.

Referencias:
Lave, J. y Wenger, E. (1991). Práctica, persona, mundo social (trad. Miguel Espíndola). De: Situated learning. Legitimate peripheral participation. New York: Cambridge University Press.