jueves, 28 de junio de 2012

El objeto especial. Pros y contras de la tecnología

La dinámica es tan simple como inesperada. Les pido a los alumnos que traigan un objeto especial para ellos y que platiquen de ese objeto frente a la clase durante un ratito. El jugo educativo de la actividad es muy variado: rompe el hielo, crea cohesión de grupo y sirve para entrenar la habilidad de hablar en público. También me permite tomarle el pulso a cada grupo, pues lo que lo alumnos muchas veces no saben es que cada grupo, más allá e sus individualidades, adquiere una especie de "personalidad colectiva". Es como las aves que vuelan en grupo... y lo hacen de forma sincronizada.

Una vez más, fue una experiencia muy interesante. Al grupo 3 le costó entrar en calor y una especie de melancolía se apoderó del salón. Pero eso me ayudó a reaccionar con energía y hacer lo posible porque se sintieran más cómodos y activos. ¿Lo logré? Sólo el tiempo lo dirá, pero poco a poco sí sentí que el grupo reaccionaba y empezaba a liberarse.
En el grupo 2, en cambio, el tono fue más emotivo. Varios compañeros compartieron sentimientos íntimos que los llevaron al borde de la lágrima. Y lo que más me gustó fue el aplauso que inspiró la noticia de la muerte del padre de uno de los alumnos. Ese aplauso fue un abrazo colectivo, así lo sentí.

Después inició propiamente el curso. Y arrancó con fuerza, con el video del conectivismo, una teoría del aprendizaje que propone que los seres humanos aprendemos socialmente y que las conexiones que hacemos con otras fuentes de información son más valiosas que el propio conocimiento. Una de sus posibles aplicaciones educativas la explica muy bien este video:


Hasta ahora he hecho lo posible por atraer a los chavos al encanto de aprender con nuevas tecnologías. Ése es el camino que yo he elegido como profesor y como investigador. Mi pizarrón es la pantalla y el proyector, mi libro de texto es un blog y mi forma de comunicación favorita fuera de clase es Facebook.

Pero es hora de que los chavos también conozcan el lado oscuro de esa tecnología. O, al menos, algunos de los problemas y de las pérdidas que puede suscitar. En ese sentido, el libro de Nicholas Carr es demoledor. Argumenta que la internet nos vuelve más distraídos , superficiales y vulnerables a la manipulación de los poderosos. Pueden leer una entrevista donde alude, de pasada, a estos problemas. Acabo de releer su famoso libro, Superficiales (Carr, 2010) y les comparto algunas de sus frases más combativas:

"la red es, por su mismo diseño, un sistema de interrupción, una máquina pensada para dividir la atención" (p.162).

"[con la computadora] hemos arrinconado la tradición intelectual de solitaria concentración en una sola tarea, la ética que nos había conferido el libro impreso. Nos hemos pasado al bando de los malabaristas" (p. 142).

"A medida que el uso de la Web dificulta el almacenamiento de información en nuestra memoria biológica nos vemos obligados a depender cada vez más de la memoria artidficial de la Red, con gran capacidad y fácil de buscar, peo que nos vuelve más superficiales como pensadores" (p. 237)

"No debemos permitir que las glorias de la tecnología nos cieguen ante la posibilidad de que hayamos adormecido una parte esencial de nuestro ser" (p. 255)


Referencias:
Carr, N. (2010). Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? Madrid: Taurus.



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