miércoles, 27 de junio de 2012

Primeras impresiones de las clases

En el fondo, siempre detesto el primer día de clases. Bueno, detestar es una palabra excesiva, pero sí es verdad que no siento que el curso comienza sino hasta el segundo día, con la actividad del "objeto especial".

Hoy me dí cuenta de un error. Mi idea, hasta ahora es aprovechar la primera mitad de la clase para responder a las preguntas que lo alumnos tengan del curso y la segunda parte cederles el espacio para que se presenten y podamos empezar a conocernos como seres humanos. "Como Dios manda", que decía mi abuelita.

El problema es que en esa primera parte de la clase me siento incómodo. Cada vez más. Me siento, básicamente, solo, parapetado en ese rol de profesor que tiene la responsabilidad de transmitir sus políticas del curso. Los estudiantes, al fondo, muy al fondo, en una actitud pasiva también heredada de la tradición del aula, con la mirada opaca.

La próxima vez voy a cambiar la estrategia. Lo primero es que nos conozcamos, aunque sea de refilón, y me parece congruente con la filosofía del curso que sean los alumnos los primeros protagonistas de la clase, no sus "convidados de piedra". Se me courre que al hilo de sus presentaciones podría yo intervenir e ir insertando información sobre el curso. De esa manera sería más interesante, pues si logro hacerlo bien, el plan del curso se iría desplegando ante los ojos de todos de manera natural, mezclado con nuestras historias y aficiones personales. Es más difícil, claro, pero pienso hacerlo la próxima vez. Hoy me cayó el veinte.

Qué difícil es romper con ciertas rutinas académicas. Sigo pensando que tiene razón Ken Robinson, cuando dice que nuestro actual sistema educativo hereda la filosofía industrial de producir resultados educativos estándares. Ese sistema tiende a desempoderar al alumno, que se siente a merced de lo que el profesor quiera hacer con la clase, y tiende también a enajenar al profe, que se siente esclavo de un programa que nunca contribuyó a crear. Pero el mundo está cambiando mucho y tal vez sea ya hora de experimentar formas más personales y colaborativas de enseñar y aprender.

2 comentarios:

HAYDEE P. dijo...

Wow que divertido estuvo el video,algun dia aprendere a hacer ese tipo de animacion,por lo que dijo en su entrada, ya me han tocado los dos tipos de clase que usted presenta,y ambos acomodan muy bien para mi,pero solo buenos maestros pueden intentarlo y no verse ridiculos, bueno segun mi experiencia, felicidades.

Unknown dijo...

me parece excelente, en realidad, viendolo desde mi lugar que es, ser el "alumno", siento que cuándo comenzamos a tratar temas como el "¿Cuánto vale el examen?" ó "la fecha del examen", son preguntas que hacen que comenzemos el curso con estrés o nos angustiamos o quizás nos da hasta miedo, empezamos a frustrarnos inconcientemente. Pero si la clase la comienza de esa forma,es decir, presentandonos y en seguida intercalar esos datos (porcentajes,fechas de examenes etc. ) que evidentemente debemos de saber, inconscientemente la materia se nos hará divertida, entretenida, y además muy provechosa. :)