lunes, 2 de julio de 2012

El Ferrari de la información

Hoy arrancamos el trabajo colectivo de los blogs. Las primeras entradas fueron muy irregulares. Hay alumnos que empezaron a encontrar en sus blogs un espacio de creatividad personal y que se exigieron entradas de calidad. Otros se dejaron seducir por las Musas del esfuerzo mínimo, el particular canto de las sirenas universitario. Otros apenitas andan en la creación y diseño de su cuenta. Jijiji, creo que aún no saben lo intenso que se va a poner el curso.

Los chavos buscaron en fuentes de información de acceso libre, como Stumbleupon o Ted. Mi idea era que se expusieran a información muy heterogénea, divulgativa, medio caótica... para que en medio de esa tormenta pudieran encontrar algún "tesoro", alguna pista para sus temas de investigación.

Pero hoy los llevé de viaje en el Ferrari, osea, en fuentes de información especializadas, diseñadas para paladares intelectuales más sofisticados y hambrientos de un conocimiento más específico, relevante, validado por la comunidad científica y actual.

Para ello, la UDLA, dispone de una red de recursos digitales muy especial.  CIRIA, se llama, y en ella está mi base de datos favorita: EBSCO. Se trata de una colección de revistas científicas (entre optros muchos tipos de textos) que cuenta con buscadores de información especializados... osea, con un motor de Ferrari. Pueden leer los artículos en pdf, organizarlos en fólders, enviártelos por correo, desplegar su referencia en diferentes sistemas de cita..... y tiene diferentes mecanismos de búsqueda para poder saltar de una información a otra relacionada, delimitar diferentes tipos y campos de búsqueda, elegir el grado de actualidad de esa información, entre otros muchos trucos de magia intelectual.

¿Habrán entendido los alumnos el potencial de esas fuentes de conocimiento? Eso sólo lo dirá el tiempo. Algunos necesitan algo de tiempo para que les caiga el veinte. Otros enseguida lo entienden y empiezan a experimentar emociones intelectuales que ni siquiera habían conocido antes. Otros ven el Ferrari, y en cuanto ven su tablero de mando se rinden ante el reto y regresan a su vochito. En mi caso, hay un Sergio antes y después de subirme a estos Ferraris. Y la diferencia más notable es que pasé de ser un profesor con curiosidad intelectuales a un investigador novato. Osea, me cambió la vida.


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