miércoles, 11 de julio de 2012

Sarcasmo!!

A petición de Charly, el abogado-bajista (con vocación de astronauta) del grupo 2, voy a abordar, aunque sea de volada, el asunto del sarcasmo.

Es fácil confundir el sarcasmo con la ironía. Y lo es porque, de hecho, como figuras retóricas son primas hermanas.  La gran diferencia es la dosis. Un sarcasmo es una ironía exagerada. Por ejemplo: si les digo que Loret de Mola es un periodista comprometido con la verdad es fácil detectar el tono irónico (al menos para cualquier que haya tenido que sufrir sus entrevistas tendenciosas). Para que la frase resulte sarcástica basta con estirar un poco la contradicción y afirmar que Loret de Mola es el entrevistador más objetivo, sagaz y honesto de la historia del periodismo en México.

Lo que ambas figuras comparten es la contradicción entre lo que se dice y lo que se sugiere. Qué raro es el lenguaje, ¿verdad? Porque, no se hagan, esto lo hacemos todos los días: para que se nos entienda una cosa decimos justo lo contrario. Y lo curioso es que funciona. Si queremos que un cuate nos ayude a resolver un problema de matemáticas le decimos,"oye, ya sabes que soy un as de los números". Si estamos irritados con el tráfico en el periférico soltamos "mira qué lindas carreteras tenemos en este país... la envidia del mundo!!". Si queremos regañar a una persona que tira la basura en vía pública le gritamos "¿así de limpia eres en tu casa?".

La ironía y el sarcasmo ponen el mundo al revés, y lo hacen con la intención, precisamente, de denunciar la distancia entre la realidad y el mundo ideal. Osea, entre la actitud cochina de la gente en la calle y la limpieza que debería haber en su propio hogar. O entre la ética que debería regir el periodismo y los desmadres que se trae el Loret de Mola con tal de ganarse su pedazo del pastel de Televisa.

El sarcasmo, además, agrega distorsión, exageración, extremismo, un rasgo que comparte con la caricatura. Veamos un trocito de sarcasmo-caricatura literaria. Se la dedica Quevedo a Góngora, para burlarse de su prominente nariz:

"Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado"

Retrato de Góngora

 
La burla tiene peor mala leche, incluso, de lo que parece, ya que en la España del siglo XVII, un signo físico que delataba el origen judío era la nariz. Y en aquella España tener sangre judía era, poco más o menos, que ser apestado. En lugar de llamarle "judío" a la cara, la estrategia de Quevedo es estirar la caricatura de su nariz. Al decir que Góngora estaba pegado a su nariz el poeta está rompiendo la lógica de nuestro mundo. Está siendo sarcástico.

Por eso el sarcasmo hace gracia. Porque rompe las convenciones, la rutina, lo esperado. Y todo lo que supone un accidente al curso natural de las cosas nos da miedo o risa. Si alguien camina por la calle a buen paso no sentimos siquiera curiosidad por su destino. Pero si se resbala y se cae de nalgas en la banqueta, se nos dispara solita la carcajada. Especialmente si se cae de una manera grotesca, exagerada. Especialmente, además, si es nuestro amigo.

Pero, aguas. La risa del sarcasmo tiene también la sombra de la amargura. Cuando me burlo de la ética de Loret de Mola en el fondo exhibo la tristeza que me causa la manipulación sistemática de los medios de comunicación y la inmoralidad de ciertos periodistas. Me río, por decirlo así, para no llorar. En lenguaje digital un sarcasmo es una risa con lágrima enlazada.

De hecho, el sarcasmo es un buen indicador de la agonía moral de una sociedad o un ser humano. El período de la historia de la literatura en lengua española que más sarcasmo produjo fue, sin duda, el siglo XVII, ya saben, el de Quevedo, Góngora, Cervantes.... Sor Juana. El siglo, pues, del barroco, con sus retablos dorados en las iglesias y sus charcos de sangre y lodo en las ciudades.

El mismo Quijote es un sarcasmo hecho personaje.... un tipo de la clase alta (hidalgo) que vagaba casi en harapos por los campos de Castilla; un señor ya mayorcito que jugaba a ser héroe novelesco; un lunático que confundía las ruedas de los molinos con amenazantes brazos de gigantes. ¿Hay algo más ridículo que eso? ¿algo más doloroso y chistoso al mismo tiempo? ¿algo más sarcástico?

3 comentarios:

Nadia F dijo...

Profe primero que nada me encanta su estilo de redacción con todo personal pero sin perder de vista el objetivo de la veracidad, creo que nuestra sociedad funciona como funciona gracias a lo que los medios de comunicación nos "enseñan", sin embargo y gracias a la aparición de internet esa forma de pensar y actuar se está modificando y es evidente que no somos los mismos mediocres que nos creemos todo lo que vemos en la tv aunque aún nos falte mucho para ser una sociedad bien "preparada" y comprometida... como ese tipo hay muchos no nos alcanza el espacio para nombrarlos a todos, pero también hay muchos otros que verdaderamente son objetivos, eficaces y honestos. Lo cierto es que la manipulación de información ya no es la misma y cada vez más las personas nos hacemos consientes de ello. Saludos

Sergio dijo...

Nadia:
Qué gusto saber que te interesó el trabajo que estamos haciendo. Sí, es fácil echarle al gobierno y a los medios de comunicación la culpa de la vulnerabilidad del "pueblo". Pero para mí la clave está en la educación. Por eso amo tanto mi trabajo, pues me permite contribuir a mejorar habilidades muy importantes en la vida, entre ellas, el pensamiento crítico. ESta materia tiene como culminación la elaboración de un ensayo y también la construcción de un blog. En ambos casos, lo más importante es que cada alumno descubra su propia visión intelectual y asuma una postura crítica ante el conocimiento. Mi esperanza es que ese proceso contribuya también a formar una juventud más crítica y despierta. ¿Lo lograremos?

ARI dijo...

Yo quiero pensar que sí lo lograremos, tengo esa esperanza.Estoy de acuerdo que la educación es el eje rector para que los individuos conozcan las dimensiones del conocimiento y por supuesto del lenguaje. Sin embargo, circunstancia económicas, sociales, culturales, políticas (falta de empleo,existencia de monopolios, falta de trabajo en equipo etc.) nos frenan o hacen más compleja la lucha. De algo que si estoy convencida es que si vamos más allá de emitir, y nos centramos en accionar lo que pensamos podemos lograr muchas muchas cosas;una muestra es la situación política que estamos viviendo, sea de nuestro agrado o no, este suceso repercute en nuestra vidas. Por otra parte, Sergio me parece un buen tema para ser expresado: el sarcasmo y la ironía, las cuales guardan un bagaje cultural que merecen ser estudiados. Felicidades Sergio. Saludos