viernes, 6 de julio de 2012

Primeras exposiciones: balance

Hoy nos fuimos al aula O'Farril, un pequeño auditorio en Humanidades. La sala me encanta. Tiene un estrado, con una pantalla al fondo como lienzo para cualquier proyección digital. Y cinco hileras escalonadas de asientos escalonadas hacia arriba, como los auditorios griegos (no sé por qué siempre se me olvida pedirles a los alumnos que hagan fotos, para subirlas acá en el blog).

Me siento parcialmente contento con las exposiciones. Pasó algo curioso... en el grupo 3 los alumnos me sorprendieron con la calidad del contenido de algunas presentaciones. Las de Mónica Martínez ("tecnoadobe"), Mariana ("Cholula"), Aline ("materiales escultóricos") y Arturo ("blogs"), por poner algunos ejemplos, incluyeron, por momentos, buena información. En general, aún están lejos todos de la brillantez, pero están progresando mucho en el diseño de PREZI y en la selección de buen conocimiento. Eso sí, muchos de ellos aún parecían algo perdidos en el escenario, más atentos a lo que tenían que decir y a sus nervios que a poner toda la carne en el asador para comunicarse con el público.

En cambio, en el grupo 2 pasó exactamente lo contrario. Me sorprendió el encanto de sus personalidades como oradores. Héctor, por poner un ejemplo, estuvo espectacular. Mario, divertidísimo. Dreko, muy seguro. Gina, muy Gina... ;-) Y no fueron los únicos que brillaron. Es un grupo con personalidades fuertes y muy heterogéneas y supieron proyectar esa luz personal encima del escenario. Pero, para mi sorpresa, no supieron elegir, en general, buena información en sus exposiciones. En lugar de contarnos las investigaciones más relevantes que habían encontrado optaron por informaciones banales.

De hecho, el asunto fue tan obvio que "rompimos aguas" en nuestra relación profesor-alumnos y analizamos juntos qué rayos había pasado. Me confesaron lo difícil que es para ellos separar el grano de la paja y, sobre todo, encontrar un equilibrio entre la información especializada y la comunicación divulgativa. Tienen razón en eso. No es que sea difícil. Es que es inmensamente complicado. Pero lo que más me gustó es que sentí que ni ellos ni yo nos íbamos a rendir y que había nacido, de ese diálogo, un redoble de tambores: ¡Sí se puede!! Yo voy a revisar qué más puedo hacer por ayudarles, pues el éxito de su blog depende, de hecho, de ello. Y ellos, así lo vibré, también van a intentar sacudirse algunas inercias académicas para poder descubrir el hilo negro de su tema de investigación.

Alexis, me hizo una preciosa sugerencia. Que analicemos textos y videos de intelectuales que sí lo logran, osea, que consiguen ser amenos y claros aun cuando el contenido que nos comunican es muy especializado. Ójala los chavos se animen y me echen la mano en esta tarea. Mi idea es que ellos mismos nos compartan en clase textos de su especialidad (pueden ser videos, blogs, artículos, etc) que tengan ese encanto.

A bote pronto, me acordé de Daniel Dennet, uno de los filósofos actuales que más me interesa. Su gran aportación ha sido discutir nuestra visión de la conciencia y darle la vuelta al calcetín a nuestras convicciones sobre qué es la inteligencia y cuál es el sentido de la vida. Les paso una de sus conferencias en la logra justo eso que se nos está dificultando tanto: hacer claro y relevante para todos los públicos un conocimiento muy sofisticado. En su caso lidia, además, con la dificultad de hacer tangibles las especulaciones filosóficas. Si alguno de ustedes ha leído a Kant o a Sartre sabrá de lo que hablo, ya saben, textos conceptuales absolutamente incomprensibles a primera leída. Daniel Dennet no sólo lo hace entendible para un lego en la materia. Haciendo gala del encanto de los ancianos sabios, lo hace, además, chistoso.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Prof. Sergio
Me parece que hoy hicimos el trabajo difícil, hoy despegamos, y todos aportamos algo para que el avión por fin halla emprendido su vuelo, porque siento que todos aprendimos algo, y algo muy valioso y estoy segura que entendimos el modelo a seguir, en lo particular me gustaron todas las exposiciones porque aprendí de cada uno de mis compañeros. Aunque le diré que tuve a mi favorito y fue Héctor, su exposición me encanto, fue muy preciso y claro con lo que quería transmitirnos.

Estoy feliz porque ya logramos que el avión volara, ahora de nosotros depende que el vuelo dure estas dos semanas que nos quedan (:( esa carita es porque quisiera que el curso durara más y estoy segura que mis compañeros están de acuerdo conmigo) y por fin aterrizar para llegar al lugar indicado, al lugar dónde usted quiere que todos lleguemos.

Sergio dijo...

Gina:
Lo más bonito del aprendizaje es que es un proceso y lo valioso es irse dando cuenta cómo podemos mejorar, qué podemos aprender en cada momento.
Me da rabia, pues a veces la presión calificatoria hace que nos olvidemos de eso y todo el proceso acabe orientándose hacia el resultado final, que es para mí lo menos valioso de todo.
Jijiij... si el curso durara más probablemente acabariamos todos agotados... ;-)